En la etapa de educación infantil, el desarrollo motor y el control corporal constituye un aspecto primordial por la repercusión que tiene en el desarrollo del niño y por su papel preventivo y de recuperación.

Los patrones básicos del movimiento (reptado, gateo, marcha y carrera) favorecen los movimiento contralaterales, la motricidad y la convergencia visual que mejora la activación del cuerpo calloso,  que a su vez favorece la intercomunicación entre los dos hemisferios cerebrales, la comprensión, el sentido espacio-temporal y como consecuencia; el desarrollo y el aprendizaje (Ferre e Aribau, 2013).

Por tanto, teniendo en cuenta lo dicho, podemos afirmar que los movimientos básicos que realiza el niño hasta los 4 o 5 años de edad, van a constituir los pilares sobre los que se asienta la lateralidad.

La lateralidad es una función cerebral superior, es la consecuencia de la distribución de funciones que se establece entre los dos hemisferios. De esta distribución va a depender la utilización preferente de un lado u otro del cuerpo.

La lateralización de las funciones cerebrales es un proceso normal que se da en todas las personas de forma gradual, cada hemisferio posee sus propias funciones complementándose. Lo correcto es que haya una buena comunicación interhemisférica a través del cuerpo calloso. Sin embargo, algunas veces no funciona así, hay niños que presentan escasa lateralización o lateralidad cruzada.

Según un estudio realizado por el Grupo de Neuropsicología Aplicada a la Educación de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR), existe una relación entre los patrones básicos del movimiento (arrastrado, gateo, marcha,..), la lateralidad y el rendimiento matemático.  Según este estudio, el 83,3% de niños que tienen bajo rendimiento en matemáticas presentan una lateralidad no definida, confirmado por otros estudios que hablan de la relación entre una lateralidad no definida y dificultades de aprendizaje (Mayolas et al, 2010).

Por tanto,  una vez el niño ha cumplido 5 años debe haberse lateralizado, en caso contrario debería acudirse a un profesional del Desarrollo o de la Lateralidad infantil, ya que estos niños que necesitarían más tiempo, no disponen de el por la presión que reciben desde los centros educativos. Nuestro sistema educativo se basa principalmente en la realización de fichas y trabajos escritos desde infantil olvidándose en muchos casos, de la importancia de la psicomotricidad para lograr una correcta lateralidad.

Desde nuestra experiencia, y como especialistas en Tratamiento y Diagnostico en Lateralidad y Pedagogía Hemisferial muchas de las Dificultades de Aprendizaje (problemas de velocidad lectora, falta de comprensión lectora, faltas de ortografía leídas y/o escritas, dificultades matemáticas, falta de memoria, lentitud de procesamientos, bloqueos en exámenes, falta de abstracción mental,.. etc) de niños en primaria e incluso, de niños en secundaria están asociadas a la Lateralidad ya sea un problema de dominancias y/o por una activación insuficiente o bloqueo del cuerpo calloso.

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